sábado, 12 de marzo de 2011

Against they have said me

Otro día comienza, otro entrenamiento me calza la tónica normal de un sábado rutinario que acabará con una jarra de alcohol deslizándose por mi garganta hasta que se agote ese dorado elixir cuya amargura puedo comparar como una mínima parte de la que siento...

Un mismo fin, una misma idea, 5,5 veces menos de distancia y una misma figura que me devuelve aquello que llevo intentando olvidar desde hace tanto...

No se si es que soy gilipollas o lo busco a posta, pero a pesar de que lo intento... lo siento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario