Da la casualidad de que cada día logro ensanchar un poco más la sonrisa con la que me levanto desde que vuelvo a soñar pero, maldita realidad, ¿Tan empeñada estas en seguir poniéndome obstáculos en el camino y aspirando mis ganas de caminar?
Pues bien, lo conseguiste en su momento y me sentí vacío, tan vacío como me encuentro ahora, pero a la vez, tan lleno, que vuelvo a caminar bajo la lluvia para pensar y sentirme limpio, libre, diferente al empaparme de miles de deseos que a otros solo salpican.
¿Sabes realidad?
Me has acuchillado mil y una veces, pero cada día te quedan menos huecos donde clavar tu puñal y, tarde o temprano, lo clavarás en una cicatriz, dura cual acero, y no sentiré esa puñalada ya sea por mi vacío de sentimientos, la frialdad que me estas inculcando, o las esperanzas en mi mismo, aún no lo se, pero ahora, no huiré, es más, dame ya esa puñalada, la deseo para enfrentarte y verme capaz a través de la sangre que nuble mi vista.
No pienso rendirme!
No hay comentarios:
Publicar un comentario