Cuerpo sin vida

Bueno, esta es la primera entrada del blog que hoy publico con el título de "Buscando la Primavera" y la verdad, espero no decepcionar a quienes lean o intenten entender las lineas de mi vida y platonismo ya que todo lo que he vivido hasta ahora es desamor. Por todo esto, este blog es solo para "ellas" o mas bien, para ella.

# 1 : Perdido
 El día empezó normal, si entendemos por normal el haber llegado a casa a las 5:40 a casa para escuchar música y esperar a que mis amigos me llamaran a ala puerta de casa para ir al Expo Cómic de Madrid.

Y llega la hora, me levanto, desayuno, lavo los dientes.... rutina, nada mas que rutina, parece que va a ser un día mas solo que con una excursión esperada en busca de los valiosos cómics de un manga de nombre despreciable para mi historia.

Entramos en el autobús y a esperar.... esperar... esperar.... y el tiempo pasa sin nada que hablar y viendo una película "gore" llamada "Los 4 caballeros del Apocalipsis", hasta que llegamos al pabellón donde toda mi historia a partir de hoy se desarrolla.

Cómics.... cómics.... cómics..... y cientos de personas diferentes con un mismo afán: divertirse y encontrar de entre los miles de cómics que allí había aquél que anhelan, pero no solo ellos buscan cómics en especial, TODOS hacemos lo mismo y vagabundeamos de un lado a otro en busca de ellos.

Por fin, encuentro aquello que buscaba y mis amigos me esperan mientras lo pago pero.... me pierdo, los pierdo de vista y me quedo solo. No me cogen el móvil. No les veo... Perfecto, a buscarles sin saber por donde empezar y con una multitud en cada esquina...

Veo a alguien que he "conocido" hace tan solo 2 horas, en el descanso del viaje hasta Madrid; ella, una rosa diferente, una rosa con 2 estrellas que me recuerdan a todas ellas en una noche guiándome como si fueran un camino llano.

Me acerco...

Callo....

Espero y por fin me atrevo a hablar:
-Buenas", que, habéis pillado ya algo?
*No, aun no hemos pillado nada pero aun hay mucho tiempo. Por cierto, tu no estabas con S.?
-Si, tu lo has dicho, estaba, pero me he parado a pagar un cómic y les he perdido de vista jajaja....
*Y no les ves?
-Que va, les he llamado y nada....
*Pues vente con nosotros si quieres (sonríe)
-Vale, si no molesto (le devuelvo la sonrisa)

Y así empieza todo, o , mas bien, cambia, pues la rutina del día se rompe y disfruto de la nueva compañía.
Y pasan las horas....
Y, vaya, para acabar del todo con mi normalidad, me divierto. Risas, gracias...

Y llega la hora de volver a casa, nos montamos en el autobús y... algo, no se el qué, no aún, me hace dejar de lado los asientos junto a mis amigos para acompañarla a ella, pues su grupo se queda en Madrid por unas razones u otras y me siento diferente. No es que busque devolverle el favor de no dejarla sola sino que hay algo; un sentimiento, una forma.... ALGO, algo que me pierde pues estar cerca de ella me hace sentirme mas libre, sin tapujos, si necesidad de ponerme una máscara y parecer alguien que en verdad no soy.

Y me siento a su lado, y noto su calor, o tal vez, es simplemente mi imaginación, que con esa libertad que su cercanía me da, la hace volar sin lastres.

Pero... lega el momento, se acaba el viaje, estamos en Dueñas y se de sobra que no tengo más de 15 minutos cerca de ella así que reacciono, o mas bien, reacciona mi cerebro. NO, es mi corazón, es el que me dice por fin lo que llevo todo el día mascando, desde que vi por vez primera las estrellas que posee.

Y sueño, por una vez sueño con algo diferente, no con su cuerpo, sino con luz.
Tic-tac, tic-tac, tic-tac... el tiempo se ha pasado y me quedan solo 3 minutos.... la doy mi móvil y rezo porque mis labios sepan articular lo que mi corazón ha obligado a mi cerebro a resolver en 12 minutos lo que me ha rondado la cabeza todo el día: la quiero.

SI, LA QUIERO!

Pero ya es tarde, el autobús ha parado y el tiempo se me ha acabado, solo me queda la esperanza y su recuerdo, pues aunque aun no se ha ido, ya me siento más solo, "Chof".

Aquel día la conocí.... aquel día me sentí libre, aquel día sentí que mi corazón latía con un por qué, aquel día, me perdí.